lunes, 1 de abril de 2013

PONIENTES Fragmentos de bitácora: Bocetos y diseños



"Vigilas desde este cuarto donde la sombra temible es la tuya.
No hay silencio aquí sino frases que evitas oir.
Signos en los muros narran la bella lejanía (...)"
                                           Alejandra Pizarnik



Ponientes es el resultado de la investigación y el trabajo de campo realizado en torno a ruinas y casas abandonadas o en deterioro; espacios con memoria inscritos en la historia de la ciudad de Medellín y algunos pueblos de Antioquia, y que tienen como característica común, el olvido por parte de los habitantes de dichas regiones.
Por medio de un personaje creado para permanecer y desandar estos espacios, reconstruyo historias ficticias del pasado para traerlas al presente a través de la fotografía, y entregarlas al ciudadano de hoy como lecturas personales de imágenes que pertenecen a espacios colectivos. 
























Diseño de tocado personaje Carmen:
Andrés Caro



























































































































Bocetos digitales Carmen de Viboral



















































Bocetos digitales Ferrocarril
































Bocetos digitales Novia



















































Bocetos digitales Monja Coronada










Diseño para personaje Monja Coronada:
Juliana Giraldo Calderón













Diseño para personaje Novia Jericó:
Juliana Giraldo Calderón

































viernes, 1 de marzo de 2013

PONIENTES


PONIENTES, 
la continuidad del límite.



"Si para todo hay término y hay tasa

Y última vez, y nunca más y olvido
¿Quién nos dirá de quien en esta casa,
Sin saberlo nos hemos despedido?"
J.L Borges. (Límites)


Aceptamos la certidumbre de los finales tan sólo por la tácita sospecha de intuir que todo presunto término encierra, a su vez, una durabilidad en el ocaso. Resistencia al desaparecer,conjuro de la disolución; ese esfuerzo da significación a lo que queda: las huellas, las ruinas,la herrumbre, son a su modo continuidad fragmentada, evidencias, rastros que dan cuenta de una realidad que, aún no obstante haber llegado al límite, persiste en una frontera en la que se configura una cierta historia de las cosas y de los objetos ó se vivencia las sensaciones que allí tuvieron lugar. Es de alguna manera esa eternidad del color de la rosa que Borges descubre en su fugacidad, es también ese eterno retorno que Nietzsche intuye en aquellos momentos de la existencia que quedan y vuelven una y otra vez como una voluntad del regreso.

Entre los límites ó más allá de ellos, las imágenes de Ponientes, develan la otra frontera en cuyos parajes se reconfigura lo que fue con lo que ahora es, para adelantar un porvenir con lo logrado mediante la acción performática. Las fotografías entregan a nuestra mirada el testimonio de aquello que en las espacialidades perdura; lo experimentado en el lugar y lo captado visualmente,otorgan la revelación de un imaginario que pervive camuflado entre los espacios vencidos por el tiempo y recreado ahora por la intervención artística. Asistimos entonces a un desciframiento de los silencios que dan textura a las paredes, renuevan el fuego entre el horno abandonado o reviven la espera en una estación en la cual apenas si arriba el olvido. Las escenificaciones dialogan con las temporalidades insertas en la memoria del abandono y de las ruinas y en ese cruce entre la acción y lo silente, la evocación da vida a una nostalgia de lo que alguna vez fue y que retorna con el dejo de un ritual que deja oír un cierto canto no extraño a la insinuación de los lamentos.

Las obras asumen una presencia, denota esa presencia una intencionalidad, un propósito creativo. En la figuración del personaje femenino hay un alcance inmaterial, etéreo, que desdeña la corporalidad para errar entre los espacios, para poder ser en la ilusoria realidad de lo que rebasó sus límites. La mujer nos conduce con sus intervenciones a una ruta en dirección a las entrañas de los espacios elegidos e intervenidos, en ellos aparentemente hay un algo que se desmorona, a la vez hay un universo que retorna.

Los personajes de Ponientes desatan las historias inscritas en el papel de colgadura arañado por las horas, en el horno cuyo desuso genera el desconcierto, en el tren que no lleva ni trae a nadie en aquella estación de la desmemoria. Hilan, a su vez, entre las cuidadosas iluminaciones, los relatos que aluden a una espera sin esperanza, al derrumbe de un esplendor, a la persistencia de una época perdida. Tramas mínimas que hacen manifiesto el acontecimiento allí detenido e insinuado por el artificio escenográfico, se une este con delicadeza a la realidad temporal de aquellos espacios. En lo fundamental es una posesión de aquellos ecos, instantes, límites invocados por una teatralidad que genera el retorno de las sensaciones allí vividas. Drama momentáneo, fugaz, que capta e insinúa íntimas historias que el tiempo ha guardado entre sus cofres. ¿Estamos ante una expropiación del olvido que conlleva a habitar en aquellos parajes abandonados? ¿Duermen esos espacios o deambulan en paraísos de la expulsión? ¿Podemos transitar por estos recovecos? Preguntas así surgen al observar la recreación figurada en las imágenes de estos espacios que nos devuelven realidades atrapadas entre la intemporalidad, y se presentan, en virtud de la mediación de la obra, como recuperación estética de lo perdido.

Marco Mejía T









 

















































sábado, 1 de septiembre de 2012

MAREA MUERTA

Fotografía digital
100 x 150 cm
2011

El agua es un elemento femenino que simboliza las intimidades más profundas del alma, significando también un tipo de destino que graba en esta un hado irreparablemente lúgubre. Asimismo , el destino del agua es ensombrecerse, morir. Toda agua clara absorbe la oscuridad para tornarse lenta y abatida. Las aguas profundas, adormecidas, son alegorías del dolor, creadoras de imágenes de una muerte siempre pesada, siempre oscura y trágica.
Imagen de mujer muerta significa intimidad del agua, "alrededor de una muerta, por una muerta, todo un lugar se anima, se anima durmiéndose en el seno de un reposo eterno; todo un valle se ahonda y se oscurece, ganado una insondable profundidad para sepultar toda la desdicha humana, para convertirse en la patria de la muerte humana".

De El agua y los sueños, Gastón Bachelard.



miércoles, 1 de agosto de 2012

UMBRÍA

Video
Dimensiones variables en el espacio
2011


"La noche tiene el color de los párpados del muerto."

Alejandra Pizarnik




En el video, proyectado sobre el suelo, emerge una mujer de vestido largo construido con hojas de papel negro que se suman y la visten de ingravidez. Ella reposa sobre el agua anochecida mientras esta cubre, muy lenta, su cuerpo. El papel se desvanece de forma y de color a medida que el agua lo inunda; el cuerpo de la muchacha se tiñe de oscuro y se revela tenso. Ella aparenta huir, pero el agua sube y el ahogamiento parece inevitable. La mujer, sometida al frío nocturno, jamás desaparece por completo en la profundidad del negro, sino que se sostiene perpetua en la respiración de un agua que no muere y que no aviva; así, el agua que antes insinuaba el naufragio, desciende, y como en un eterno castigo, sube de nuevo para repetirse trágica.





domingo, 1 de julio de 2012

CREPUSCULAR


Video-objeto
50 x 70 x 20 cm
2011


"Hay, en la espera,
un rumor a lila rompiéndose.
Y hay, cuando viene el día,
una partición de sol en pequeños soles negros."

Alejandra Pizarnik




Video que registra en plano secuencia a una mujer sentada, vestida de negro, interpretando un instrumento monocorde que la sobrepasa en altura y que genera una sonoridad de ritual místico. La mujer habita un paisaje renacentista que la caída de la tarde va pintando de negro, dando aún más valor a la acción que ella realiza, pues ésta sigue bañada por una luz ambarina que se desvanece lenta.
Algo embebe a la mujer, algo la obliga a detener su mirada en un punto del paisaje crepuscular; los rumores de la tarde se aúnan con el sonido de la cuerda hasta que llegan los murmullos de la noche. La luz perece, pero la imagen vuelve despacio cuando el alba le da fin a lo oscuro y la mujer se avista de nuevo, infinita en el sonido y en el gesto.







viernes, 1 de junio de 2012

ESPERANDO EL MISMO RÍO

"Llueve tanto, tanto. Mi alma está húmeda de oír llover. Tanto...Mi carne está líquida y acuosa en torno a mi sensación de lluvia"
Fernando Pessoa



Video-objeto
38 x 15 x 43 cm
2009



Maleta envejecida que abierta proyecta el video de las manos de una moribunda. Estas se hieren, se humedecen con la lluvia, mientras esta las marchita, las arruga y palidece. La maleta es una alegoría del objeto que envejece con su dueño, que guarda los lugares,los recorridos, los dolores, el tiempo en que se ha asentado la muerte, una muerte que usa el agua como conducto para llegar a ella. En el objeto-maleta, aparecen imágenes que que arrojan los estados de contemplación de la mujer; imágenes que denotan el paisaje elegido para morir:un estanque olvidado. Las manos se observan en el centro de éste, moviéndose sutiles como producto del agua que revela su aspecto; pero al pasar los minutos, esas manos parecen invocar una esperanza, un renacimiento.







martes, 1 de mayo de 2012

AQUÍ EN EL LEJOS LEJOS


Video-fotografía
60 x 20 cm
2009


"Vienen los ojos muriéndose de agua."
Vicente Huidobro


Aquí en el lejos lejos es la imagen fija, larga y horizontal de una pared con rastros de deterioro causados por el tiempo y la humedad. La pared es el fondo del video: un rostro de mujer que asoma sus ojos sobre la línea horizontal de una viga de madera que también evidencia edad y que cruza los dos costados de la imagen. Sobre esta línea, una roca se atraviesa lenta, de lado a lado, infinita, mientras los ojos de la mujer se abren y cierran impávidos ante el recorrido de aquella.